sobreendeudamiento

A propósito del sobreendeudamiento y las últimas medidas económicas

Katiuska King M.

 

A fines del 2010, el Ministerio de la Política Económica solicitó a la Superintendencia de Bancos un estudio de sobreendeudamiento porque teníamos indicios de que el sistema financiero estaba aumentando la colocación del crédito de consumo y endeudando más de la cuenta a los hogares. La Superintendencia es quién mantiene la información de créditos a nivel individual[1].

Ahora, diecisiete meses después que desde el Ministerio de la Política Económica alertamos sobre los riesgos para la economía pero sobre todo para las familias ecuatorianas de recibir más crédito del que es posible pagar,  se menciona que un 41% de los hogares está sobreendeudado, es decir que el pago promedio mensual de las cuotas de las deudas sobrepasa su ingreso disponible.

He escuchado someramente las medidas planteadas. Hay una que me llama la atención porque fue planteada desde el Ministerio hace como ocho meses. En efecto en aquella oportunidad, cuando se presentó el primer avance del estudio, se pidió a la Superintendencia solicitar a las entidades financieras re calcular los cupos en las tarjetas de crédito, cosa que, de acuerdo a la información pública, recién se va a hacer. Otra medida propuesta hace más de ocho meses fue el aumento de las provisiones[2] a los Bancos para la cartera vencida del crédito de consumo, es decir cuando las  personas cancelan los créditos fuera del plazo acordado[3]. Y la tercera medida planteada fue aumentar los requerimientos de capital en la colocación de crédito de consumo[4]. Esta medida que resultaría la más efectiva para solucionar el problema de sobreendeudamiento, fue la que generó mayor resistencia en el ente de control.

Esperemos que el ente de regulación (Junta Bancaria) y el de control (Superintendencia de Bancos) actúen de forma oportuna esta vez, no con medidas parciales. 

A las medidas propuestas se debería sumar la necesidad de rever la composición del sistema financiero, instrumentar políticas alternativas de fomento al ahorro que puedan desestimular el consumismo, y de ampliación y acceso al financiamiento para la economía real, es decir aquella genera producción y empleo.

Ahora bien, ¿cuáles han sido las últimas reformas legales en materia financiera impulsadas por el Gobierno? La más conocida es la Ley de Hipotecas que, si bien resulta atractiva para quienes quieren comprar su primera vivienda, y evita que este activo pueda ser usado como doble garantía, no soluciona las dificultades del acceso al financiamiento para los hogares de menores recursos sin residencia propia. Tampoco es un aporte a la solución de los problemas estructurales del sistema financiero, teniendo en cuenta que hay otras leyes que tienen una mayor prioridad en materia económica.

¿Qué alternativa tienen los ecuatorianos para ahorrar en lugar de solo consumir? ¿Qué alternativa tienen las PYMES para obtener financiamiento productivo? Muy pocas, por eso es importante una nueva Ley de Mercado de Valores, que genera opciones de inversión y ahorro y busca aumentar las opciones de financiamiento para el sector productivo , en especial las PYMES, que son actores excluidos por las normas y requerimientos existentes del actual mercado de valores.

Sin embargo, una Ley de Mercado de valores que genere huecos en el sistema tributario como quieren algunos, sería contraproducente. Con eso no estaría de acuerdo. Eso no es lo que yo promuevo o promovía cuando estaba en el Ministerio.

Lamentablemente, pese a estar lista desde hace meses, esta Ley duerme el sueño de los justos y no recibe el beneplácito jurídico. Parece que no se entiende su importancia para generar alternativas de ahorro y financiamiento, sobre todo, que no se comprende realmente lo que está sucediendo en la economía del país.

Otra medida económica de reciente aplicación fue la eliminación del costo de las tarjetas de créditos que resulta contradictoria con un crecimiento descontrolado del crédito de consumo por encima de la capacidad de pago de las personas. Si bien es importante reducir los abusivos costos que cobran los bancos, el mensaje podría ser asumido como un incentivo para aumentar el consumo.

La política macroeconómica no puede perder la dirección, tiene que velar por los intereses generales que modifiquen la estructura y no solo la coyuntura.

Reitero lo ya mencionado respecto a la actuación expedita del ente de control antes de que sea demasiado tarde. Hay que recordar las consecuencias de lo sucedido con la empresa La Polar en Chile, que subdividía los créditos de sus clientes para maquillar una situación sana y que terminó quebrando[5].

 


[1] No resultaba lógico pedir tal información al Buro de Crédito por la que además había que pagar (institución privada que hace uso de la información de la Superintendencia).

[2] Las provisiones son aquellas reservas exigidas por la Superintendencia en la colocación de créditos por el posible incumplimiento en el pago de un crédito. Las provisiones son las reservas requeridas a los Bancos para cubrir la cartera vencida

[3] Esto pondría en evidencia el hecho de que las personas reciben créditos por encima de su capacidad de pago.

[4] Aumentar los requerimientos de capital en la colocación de crédito de consumo, desestimula a los dueños de las instituciones financiera en su colocación de forma inmediata por cuanto tendrían que realizar aportes de capital.

[5] Revista Réplica, La Polar y las regulaciones inexistentes, consultado en la página web http://revistareplica.cl/2011/06/16/la-polar-y-las-regulaciones-inexistentes/